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Seguro que en más de una ocasión has pensado en ponerte extensiones de pestañas. Si es así, anímate a hacerlo porque con ellas podrías brillar todo lo que mereces. Una vez colocadas harán que te sientas más bella que nunca y llevarlas te resultará de lo más cómodo; podrás olvidarte de ellas durante al menos  tres semanas.

Ten en cuenta que no se trata de pestañas postizas, sino de extensiones, que no es lo mismo. Las postizas son de poner y quitar cada vez que se utilizan, y lo normal es que tengas que dedicar un buen rato a quitártelas antes de meterte en la cama, aunque llegues a casa muy tarde y cansada después de una larga jornada laboral o una noche de fiesta.

Las extensiones son otra cosa: son fijas, no hay que quitárselas, y, por lo tanto, te puedes ir a descansar con ellas puestas porque se mantendrán intactas durante tres semanas. Y además, sin provocar ningún tipo de molestia ocular. En nuestro salón usamos las extensiones de pestañas de seda porque son las más suaves, naturales y no dan alergia.

Se trata de una solución estética que nunca falla, que resulta ideal para aquellas mujeres que quieren alargar sus pestañas. Es lo que ha llevado a ponérselas a muchas celebrities internacionales que son conscientes de que una mirada penetrante constituye la mejor manera de seducir a la cámara de vídeo o al público en general.

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Siempre en manos de profesionales de la estética

Colocar este tipo de extensiones tiene su complicación, razón por la que se recomienda que acudas a un centro especializado de estética que cuente con todos los materiales imprescindibles y con profesionales especializados que hayan adquirido los conocimientos necesarios.

Esta tarea es delicada, ya que hay que colocar las extensiones sobre la pestaña natural, una acción harto laboriosa, que necesita de técnica, paciencia, buen pulso y conocimiento.

A la hora de efectuar la aplicación de extensiones no se pueden cometer errores. Lo que se suele hacer para evitarlos es elegir pelos de distintos tamaños y mezclarlos, de manera que los más cortos se pongan en la zona del lagrimal y los más largos en la parte del costado ocular para ganar en perspectiva, profundidad y naturalidad.

Lo habitual es colocar un pelo sobre cada pestaña, suele haber entre 150 y 300 por ojo, manteniendo así su volumen y vigor durante dos o tres semanas. Pasado ese tiempo, la extensión se cae porque nuestras pestañas cambian de manera natural en un ciclo entre 30 y 90 días.

Las nuevas pestañas que nacen van empujando a las pestañas que ya han llegado a la fase final que es la que contiene la extensión. Por este motivo, hay que hacer los rellenos cada tres semanas para retomar esa mirada profunda.

Te puedes decantar por extensiones acrílicas, de poliéster, naturales o de pelo de visón, aunque en todos los casos será necesario fijarlas con un pegamento específico que se elabora con cianoacrilato de etilo, un compuesto que resulta inocuo para los ojos.

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Colocación indolora

Con estas extensiones la vida te resulta más cómoda que con las pestañas de quita y pon; eso sí, el día que te las pongan deberías tomarte las cosas con un poco más calma porque el proceso de colocación puede durar alrededor de dos horas. Una tardanza que está plenamente justificada porque hay que ir poniendo pestañas pelo a pelo, una extensión capilar sobre cada uno de los pelos naturales de tus pestañas.

Es lo habitual, aunque últimamente también se practica la técnica de volumen ruso o técnica 3D, que consiste en la colocación de varias pestañas muy finas, de un grosor máximo de 0,07 milímetros, sobre cada uno de los pelos naturales de tus pestañas.

Con tus nuevas pestañas podrás llevar una vida totalmente normal: podrás ducharte, sumergirte en la piscina a pesar del cloro o en las saladas aguas del mar, etc. La única precaución que debes tener es la de no mojarlas durante las 24 horas siguientes a su colocación.

También debes tener en cuenta que las extensiones solo se caerán si previamente lo hace la pestaña natural. Eso sí, conviene que cada dos o tres semanas apliques unos ligeros retoques, que procedas a rellenarlas.

El sufrir por las pestañas se va a acabar

Son compatibles con sombras, lápices o eye-liner, aunque lo que se recomienda es que evites productos que contengan aceites. Procura prescindir de desmaquillantes de ojos, de contorno de ojos o de cremas. Lo mejor es que siempre utilices productos con base de agua. Tampoco debes acudir a saunas en las que las temperaturas resulten exageradamente elevadas.

Ya lo sabes, se acabó el sufrir por tus pestañas; si crees que son cortas, recurre a un buen profesional, a un centro de estética en el que después de oírte, procedan a realzar tu mirada, que según tus necesidades, se volverá más penetrante, enérgica o, tal vez, sexy. Y a un precio asequible, sin dolor de ningún tipo.

Y siempre con la seguridad de que, una vez colocadas, al mirarte al espejo te encontrarás guapa por dentro y por fuera. Como siempre quisiste estar, no lo olvides.

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